En las últimas semanas se está hablando mucho de la seguridad del suministro de gas natural en España.
Se insiste demasiado en la ausencia de problemas para nuestro país en la hipótesis de una reducción relevante de los suministros de Rusia, con el argumento de que las empresas españolas compran muy poco gas de Rusia (el 10,6% en 2020) y todo él en forma de GNL, mucho más fácil de sustituir que el que llega por gasoducto.
Pero no se tiene en cuenta que las empresas que compran GNL (y también GN procedente de otros países europeos) para traerlo a España, lo pueden llevar a otros países si económicamente les resulta interesante.
También se resalta el enorme potencial de la red española para enviar gas natural al resto de países de la UE, sin tener en cuenta el enorme cuello de botella que constituye la muy escasa capacidad de conexión con Francia que, en el mejor de los casos, esto es dejando de recibir la totalidad del GN que se recibe de los países europeos situados más al norte y enviando la máxima cantidad que se puede transportar en sentido contrario, permitiría aportar al resto de la UE tan solo el 2,5% de la cantidad de gas que la UE importa anualmente.
En cuanto a los precios, la libertad de movimiento de los bienes y servicios entre los países de la UE hace imposible pensar que España pudiera ser ajena a los precios del aprovisionamiento del conjunto de la UE. Puede haber algunas diferencias, especialmente respecto a zonas muy concretas de la UE, pero no diferencias muy relevantes con los países más cercanos. Por el contrario, el Gobierno español, mediante su capacidad de regulación del sector en España si que podría provocar diferencias muy relevantes en los precios para el consumidor final, porque los peajes, cánones e impuestos pueden ser muy diferentes entre unos y otros países de la Unión.
Matriz DAFO del gas natural en España
En el análisis estratégico de las empresas se usa a menudo la matriz DAFO (que viene del uso de la primera letra de cuatro aspectos cruciales para el futuro de las entidades: Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades)
El concepto de este instrumento de análisis, extensible a los países y a cualquier tipo de organización, es rechazar las políticas popularmente conocidas como la política del avestruz o la de mirarse al ombligo, y reflexionar sobre las características de la situación actual, comenzando por una análisis sosegado, sincero y ponderado de las debilidades existentes, con el objeto de eliminarlas en el futuro o, si eso no fuera posible, reducirlas al mínimo. A continuación hacer lo propio con las amenazas para después pasar a los aspectos positivos, haciendo lo mismo para intentar aprovecharlos al máximo. Finalmente llega el turno al análisis de la oportunidades, para intentar sacar provecho de aquellos aspectos todavía no desarrollados, o apenas desarrollados, con el fin de mejorar la situación tanto como se pueda.
A continuación paso a enunciar los principales puntos que, en mi opinión, caracterizan en la actualidad al sector español del gas natural:
Debilidades
- Dependencia casi total de suministros del exterior.
- Muy escasa capacidad de interconexión con Francia.
- Escasa capacidad de almacenamiento subterráneo.
- Inexistencia de peajes específicos para contratos de tránsito internacional a largo plazo.
Amenazas
- Previsible inestabilidad de los mercados internacionales.
- Riesgo de desabastecimiento parcial, por desvío de cargamentos de GNL a zonas con precios más elevados.
- Debilidad extrema de la protección de precios para los clientes de tarifa regulada.
Fortalezas
- Sistema gasista muy flexible y con sobrecapacidad (excepto en almacenamiento subterráneo y en capacidad de intercambios con Francia)
- Elevado número de terminales de regasificación geográficamente bien distribuidos.
- Gran diversificación de los aprovisionamientos tanto por forma de llegada (GN o GNL) como por países de origen.
Oportunidades
- Ampliar la capacidad de interconexión con Francia.
- Desarrollar, en el seno de la UE, un sistema de ayuda mutua entre los países miembro a corto, medio y largo plazo, que incluya, entre otras cosas, el concepto de gasoducto virtual para tránsitos internacionales con tarifas específicas, así como la construcción de las instalaciones necesarias para eliminar los cuellos de botella que limitan los intercambios internacionales.
- Desarrollar los mecanismos de mercado de la conexión con Marruecos en ambos sentidos.
- Ampliar las competencias del GTS para llevar a cabo actividades de fortalecimiento de la seguridad de suministro.
- Paliar los eventuales incrementos desmesurados de los precios del gas pagados por los consumidores finales actuando sobre los peajes, cánones e impuestos aplicables en España.