martes, 29 de septiembre de 2009

La subida de impuestos va tomando cuerpo

El Presidente Zapatero continúa añadiendo algunos datos de la subida de impuestos que se incluirá en los Presupuestos del Estado para el próximo año.

El Consejo de Ministros del día 26 de septiembre ha incluido la primera entrega del aumento impositivo con la que el Gobierno pretende recaudar una cantidad del orden del 1% del PIB.

En ella se incluyen:

- Incremento de dos puntos del tipo general del IVA, de un punto en el tipo reducido y se queda como está el tipo súper reducido, para poder vender la medida como progresiva, aunque apenas lo sea porque, aunque nadie lo diga, el incremento de recaudación por la subida del tipo reducido será superior, en términos porcentuales, al del tipo general.
- Incremento de entre uno y tres puntos del tipo del IRPF aplicable a las rentas del capital.
- Desaparición, de la rebaja de 400 euros a las rentas del trabajo en el IRPF.

Probablemente el Presidente se habrá guardado algo en el bolsillo para completar el paquete cuando le expresen sus exigencias los partidos de los que aspira a conseguir los votos necesarios para que los presupuestos no sean devueltos. De las distintas posibilidades existentes, las que tienen más posibilidades son: aumento de los impuestos especiales (con posible incorporación de la nueva figura de la ecotasa) aumento del tipo máximo del IRPF, aumento del tipo de tributación de las Sicav y ¿por qué no? un gesto a la galería eliminando el aumento del tipo reducido del IVA.

En cualquier caso, el aumento impositivo propuesto solo supondrá un parche parcial en el roto, diez veces más grande, del déficit público. Como el papel lo aguanta todo, pretenderá reducir el déficit público teórico de 2010 al 6-7% del PIB, con lo que asegurará a quien quiera escucharle que ya se habrá iniciado el camino de la reducción del déficit, al ritmo necesario para que sea inferior al 3% en 2012, como exige, y cada vez lo hará con más energía, Bruselas.

La realidad será, sin embargo, tozuda y por una parte la recaudación impositiva será menor de la esperada (en IRPF aumentará aunque en menor medida que lo que corresponde a la eliminación de los 400 euros, disminuirá en sociedades, y en el IVA ni de lejos se tendrá el aumento de recaudación presupuestado) y por otra el gasto público seguirá creciendo por el mayor coste del desempleo, por el desarrollo, aunque mucho más lento de lo publicado, de la Ley de Dependencia y porque no se ha planteado una reducción drástica del gasto público no asociado directamente a las prestaciones sociales.

No quieren hacer público que como el IVA es un impuesto progresivo, aunque sea indirecto, si disminuye el consumo la recaudación lo hará en una proporción más elevada, y tampoco parecen haber considerado que el fraude del IVA aumentará tanto por la falta de liquidez de las empresas (que acudirán en proporción creciente a no declarar el IVA facturado para aliviar parcialmente sus problemas) como por el aumento del incentivo al fraude que supone el aumento de los tipos, como por el mayor desarrollo de la economía sumergida que acompaña a una crisis como la actual.

No parece que el Presidente considere que haya llegado todavía el momento de actuar de forma sensata para promover el aumento de la actividad, que es la única manera de parar la sangría del aumento del desempleo. Tampoco parece que haya tomado conciencia de que la política económica, fiscal y presupuestaria que se siga tiene una influencia muy relevante en la evolución de la economía de cualquier país y que es falso que cuanto más brusca sea la caída de la economía, mas robusta es la recuperación.

Sería bueno que echara un vistazo a lo sucedido en Japón en la última década, para que sea consciente de que si los sucesivos gobiernos se empeñan en mantener, como sea, los defectos estructurales del modelo económico existente, hasta la segunda mayor economía del mundo puede pasar una década, o más, de estancamiento.

viernes, 11 de septiembre de 2009

El IVA no tiene por qué ser un impuesto regresivo

A pesar de que mucha gente está criticando el anunciado aumento del IVA por su influencia en el consumo y por su carácter supuestamente regresivo, ninguna de estas dos afirmaciones se sostiene.

La caída del consumo se deberá al aumento de la recaudación, ya que los consumidores dispondrán de menos dinero para gastar, pero no de que el incremento impositivo se produzca precisamente en el IVA y la actividad empresarial no se verá directamente afectada ya que para ella el IVA sólo tiene un ligero efecto financiero, positivo o negativo dependiendo de sus plazos de pago y cobro y de su ritmo de rotación.

En cuanto a la regresividad, porque todo el mundo paga el mismo IVA al margen de su renta, tampoco es cierta. Es una conclusión derivada del análisis simple de que el IVA afecta a todos los bienes y servicios, lo que en el caso español es rigurosamente cierto ya que no hay tipo cero de IVA, y de que el tipo es el mismo por tratarse de un impuesto indirecto. Pero el IVA tiene en España cuatro tipos diferenciados, la exención (que elimina el IVA del último escalón de actividad, pero no de los anteriores en algunos servicios, alquileres de vivienda, sanidad y educación) el tipo súper reducido 4%, el reducido 7% y el general 16% y el reparto de bienes y servicios entre los distintos tipos no es descabellado (salvo algunas excepciones que poco a poco se van corrigiendo) lo que supone que las personas con rentas más bajas consumen una proporción mucho mayor de bienes y servicios con tipos menores que las personas con mayor renta, con lo que su tipo medio ponderado es bastante inferior.

Este es el motivo por el que en las épocas de bonanza la recaudación del IVA aumenta en proporción muy superior a la actividad económica, porque la mayor parte de las personas gastamos el incremento de renta casi exclusivamente en bienes y servicios al tipo general, y en cambio, en épocas de penuria las reducciones de gastos se aplican fundamentalmente a bienes y servicios al tipo general con lo que la recaudación baja mucho más que la actividad.

De hecho el IVA es el único impuesto que los ricos de verdad pagan, aunque sólo sea en parte (hay una parte relevante de su consumo personal que puede ser incluido como coste con deducción parcial o total del IVA en sus empresas)

En resumen, el IVA es el impuesto más progresivo del sistema fiscal español (mucho más que el IRPF en su formulación actual) y su previsible aumento será progresivo, salvo en el caso improbable de que suba el mismo número de puntos en los tres tipos existentes, en cuyo caso sería, efectivamente, un aumento regresivo.

Próxima subida de impuestos

Poco a poco el Presidente Zapatero va informando a la opinión pública de la subida de impuestos que nos espera.

En el debate del día 9 de septiembre dio un dato importante: la subida, que aun después de decirlo sigue calificando de moderada, pretende recaudar una cantidad del orden del 1,5% del PIB.

Tras decir que no aumentaría el impuesto de sociedades y que tampoco afectaría a las rentas del trabajo, era evidente que una de las principales fuentes de nuevos ingresos tiene que ser necesariamente el IVA, lo que ayer hizo público el Presidente en Italia, lo que no ha impedido la crítica de todos (menos de sus incondicionales) partidos, sindicatos y comentaristas.

La situación para el Presidente es muy difícil, ya que sigue considerando que él sólo puede conseguir la salida de la crisis mediante el incremento del gasto público en la cuantía que la situación requiera. Pero Bruselas ya le ha recordado que tiene que volver a un déficit inferior al 3% del PIB como muy tarde en 2012 y que en un plazo de unos meses tiene que explicitar en un plan como lo va a conseguir, y seguramente alguno de sus asesores le ha convencido de que la subida de los impuestos no se puede demorar mucho.

Por otra parte, tiene que conseguir que se aprueben los presupuestos, para lo que necesita el voto de múltiples partidos que venderán muy caro su voto, pero con todo, su principal enemigo es él mismo, incapaz de aceptar que cuando se reducen mucho los ingresos públicos, cualquier alternativa económica pasa por la reducción drástica del gasto público.

Esta primera tanda de aumento de impuestos, a la que hasta las próximas elecciones seguirán al menos otras dos más de intensidad similar o superior, con motivo de cada ley de presupuestos, puede al final resumirse en lo siguiente.

- Incremento de dos puntos del tipo general del IVA, con mantenimiento de los tipos actuales reducido y súper reducido, para que la medida sea progresiva.
- Incremento de dos puntos del tipo del IRPF aplicable a las rentas del capital.
- Reducción drástica, o desaparición, de la rebaja de 400 euros a las rentas del trabajo.
- Incremento, similar al realizado este año, de los impuestos especiales sobre el tabaco, alcohol y carburantes.