viernes, 12 de enero de 2007

Unión Europea y cambio climático

La Comisión ha presentado una propuesta para que la UE combata el cambio climático.

Los objetivos son muy ambiciosos: reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (respecto a las de 1990) del 30% para el conjunto de los países industrializados en 2020 y del 50% para el conjunto mundial en 2050 (lo que supondría entre el 60 y el 80% para los países industrializados)

La propia Comisión considera que si su propuesta se lleva a cabo, para lo que será necesario un acuerdo internacional muy amplio, supondrá una nueva revolución industrial. en todo caso la UE se compromete a una reducción del 20% para 2020 incluso en ausencia de acuerdo internacional.

Los objetivos a conseguir son múltiples, pero los más importantes son el aumento de la eficiencia energética en todos los campos (procesos industriales, transporte y consumos residenciales de calefacción y de refrigeración) y el desarrollo de las energías renovables.

Además la Comisión considera que es necesario que los mercados energéticos tengan una competencia real y no aparente como ocurre en la actualidad. para ello propone algunos cambios que afectarán tanto a las empresas integradas que incluyen las redes de transporte y distribución entre sus activos como a los reguladores nacionales en los aspectos en que sus decisiones impidan el comercio de energía entre unos paises y otros.

En cuanto a los gobiernos, si la propuesta triunfa, se encontrarán con que los objetivos de reducción de emisiones, de mejora de eficiencia y de penetración de las energías renovables serán de cumplimiento obligatorio.

Los consumidores tendremos mercados de energía más competitivos, con mayor calidad y seguridad de suministro. Los precios subirán porque se empleará la fiscalidad para inducir el ahorro de energía.

Menor consumo a mayor precio, esperemos que la factura total no sea muy diferente.

Las grandes empresas energéticas han iniciado la protesta porque les aprieta el zapato y los demás ganaremos.

Hacía tiempo que la UE no abordaba un tema tan importante a corto, medio y largo plazo y, por fortuna, el Gobierno de España lo apoya.

Ojalá el proyecto no sea descafeinado tras el lobby de las grandes empresas energéticas que no ha hecho más que empezar.