lunes, 30 de marzo de 2020

Una propuesta para conocer la extensión del Coronavirus en España


Es conocida la manifiesta insuficiencia de los datos estadísticos existentes en la actualidad sobre la extensión e implicaciones del Coronavirus en el mundo y en particular en España. Por otra parte, sería muy importante disponer de un mapa lo más aproximado posible de la extensión del Coronavirus para poder tomar las decisiones pertinentes más allá del final de la pandemia desde el punto de vista sanitario.
 
La estadística y el método de encuesta son dos herramientas fundamentales para obtener esa información tan importante, por lo tanto la elaboración de una "macro encuesta" cuyo universo fuera la totalidad de los residentes en España sería una solución razonable y viable desde el punto de vista práctico, ya que bastaría tomar los datos de una muestra de algunas decenas de miles de personas, elegida eso sí cumpliendo todos los requisitos de aleatoriedad empleados en las encuestas más serias.

La "encuesta" tendría una novedad importante, ya que además de recoger los datos personales que se estimen necesarios para obtener la información que se considere relevante, los encuestados deberían someterse a los análisis clínicos necesarios para determinar su situación respecto al Coronavirus,  y clasificarlos indiciariamente en sin contacto con el virus, infectado asintomático, infectado con síntomas y, si es técnicamente posible, inmunizado.

Los resultados que se obtuvieran podrían servir para diseñar no sólo las políticas sanitarias más adecuadas para prevenir y estar preparados para un eventual rebrote futuro del mismo virus, o también para futuras epidemias o pandemias provocadas por otros agentes, sino también para diseñar las políticas de normativas, aspectos sociales y aspectos económicos que permitan bloquear primero y paliar después las consecuencias de futuros episodios de catástrofes de todo tipo.

Obviamente, una "macro encuesta" de este tipo debería ser promovida y dirigida por el Gobierno, y me temo que el principal obstáculo para su realización será la falta de voluntad política para llevarla a cabo derivada del evidente desconocimiento previo de los resultados que pudiera deparar.   

domingo, 29 de marzo de 2020

Parece que hay algunos motivos para el optimismo respecto al Coronavirus


Los datos publicados en los últimos seis días sobre la evolución de los afectados por el Coronavirus en España parecen indicar que está bajando el ritmo de crecimiento del número de personas que lo padecen. Esto significa que está más cerca el día en que el número de afectados activos será, días tras día, inferior al número de los afectados el día anterior.

Todo lo que voy a comentar en esta entrada está basado en los datos publicados por el Gobierno de España, datos que son manifiestamente incompletos y a veces algo inciertos por las siguientes causas:
a) El número de infectados considerados día a día es muy inferior al real, ya que son multitud las personas infectadas y con síntomas claros que no entran en la estadística porque no se les ha hecho la prueba.
b) Los datos añadidos cada día llevan un cierto retraso, como consecuencia del plazo necesario para realizar el análisis de las muestras tomadas y también por el retraso en trasladar a las bases de datos los resultados, retraso que puede ser muy diferente de unos casos a otros.
c) Se tiene la sospecha fundada de que existe un número elevado de portadores del virus que no desarrollan en ningún momento los síntomas que llevarían a indicar la conveniencia de hacer el análisis correspondiente.




Un primer vistazo al gráfico, si solo se miran las líneas de los casos acumulados (tanto de infectados como de casos activos) da la sensación de un crecimiento imparable, pero si miramos la línea de los nuevos infectados día a día podemos apreciar que en los últimos días está bajando la cifra, es decir cada día se añaden menos infectados que el día anterior, lo que es una muestra de que el problema está empezando a encauzarse.

Las curvas de los datos acumulados dan, a simple vista, la sensación de ser unas curvas exponenciales, pero no resulta fácil apreciar la evolución real. Hay una herramienta matemática que nos puede ayudar a analizar mejor la evolución y es el empleo de una curva en la que en vez del valor de los casos activos se ponga el logaritmo de ese valor. Si la línea se aproximara a una exponencial (cosa que en las magnitudes de la vida real es imposible que se produzca de forma indefinida) lo que obtendríamos sería una recta, pero en el caso que nos ocupa el resultado es bien diferente como puede apreciarse en el gráfico siguiente:
 
                   Logaritmo decimal de los casos activos en España 

Al analizar esta línea se puede apreciar lo siguiente:

Despreciando los primeros días, en los que los datos no parecen ser representativos, parece apreciarse una primera etapa, que termina el día 31 desde el primer infectado conocido, esto es el 27 de febrero, etapa en la que parece apreciarse algo muy parecido a una recta que indicaría una exponencial con una razón relativamente reducida.

A continuación se inicia una segunda etapa que dura hasta el día 48º esto es hasta el 14 de marzo en que se puede intuir otra recta con una pendiente mucho más elevada.

A partir de esa fecha, que aunque coincida con el inicio del estado de Alarma no puede estar relacionada con el confinamiento de una forma tan instantánea, se inicia una tercera etapa en la que durante algunos días se podría intuir una nueva recta con pendiente más reducida, pero que al cabo de esos días parece dar lugar a una curva con forma que en los próximos días podría ser de bóveda que, entonces sí, nos indicaría la proximidad del máximo de casos activos que, con suerte, ocurriría al final de la semana que empieza mañana.