Conocí a Miguel Boyer en Septiembre de 1981, cuando él era Director de Planificación del recién creado Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH) y tuve una entrevista con él de la que resultaría mi incorporación a su equipo.
Tuve la fortuna de
trabajar con él desde el mes de octubre de 1981 hasta que en diciembre de 1982
fue nombrado Ministro de Economía en el primer gobierno de Felipe González, y
en esos 14 meses me enseñó cómo realizar una planificación estratégica
empresarial seria y efectiva, además de como evaluar el marco macroeconómico
español y también pude conocer su diseño de la política económica que España necesitaba
en aquellos momentos.
Además, pude comprobar que,
al contrario de la imagen que se creó de él durante su etapa de ministro, era
una persona afable, amistosa y siempre dispuesta a enseñar, características que
eran compatibles con el rigor en el trabajo que creo que provenía de su
formación de Físico que después completó con la de Economista.
Durante la etapa en el INH
puso las bases para llevar a cabo la integración de las diferentes empresas que lo componían de
una forma suave pero inexorable.
Como ministro de economía
fue capaz de sacar a la economía española de la crisis que padecía desde el
advenimiento de la democracia (crisis que no fue debida a la democracia, pero
que la atención al más urgente cambio político permitió que fuera más profunda
y duradera de lo que habría ocurrido en otras circunstancias) y sus medidas
fueron tan eficaces que los gobernantes consideraron que se podía prescindir
del rigor económico en cuanto los datos macroeconómicos empezaron a mejorar.
Lástima que Felipe
González decidiera prescindir de él en su primera crisis de gobierno. Unos
cuantos años más con Boyer en el timón económico habrían evitado, al menos en
su mayor parte, la crisis del 93.
A lo largo de los años he
tenido la oportunidad de coincidir con él en algunas ocasiones, y siempre me
encontré con la misma afabilidad, atención y provechosas enseñanzas que antes
he mencionado.
Descanse en paz uno de los
mejores ministros que ha tenido España en toda su historia.